3 semanas con el iPad

Después de tres semanas con él, creo que ya puedo dar mi opinión sobre el iPad.

Empiezo por la conclusión: simplemente magnífico, confirma la idea que de él me hice después de la famosa "keynote" y soy de los que cree que marcará un antes y un después.

Es la confirmación de que, a no mucho tardar, los interfaces (multi)táctiles desplazarán al ratón para muchas de las tareas habituales en una interfaz gráfica. Al igual que el ratón dejó la línea de comandos para tareas muy específicas, lo mismo ocurrirá con el puntero.

La primera sensación al sacarlo de la caja es que pesa más de lo que esperabas. Pesa alrededor de la mitad que un netbook, pero el anclaje psicológico generado después de haberlo visto en tantos vídeos hace que esperes un peso más cercano al de un bloc de notas. No es que sea pesado, pero mi primera sensación fue esa; quizás tenga algo que ver el hecho de que hubiera tenido durante semanas una "maqueta" en papel... cosas de estar desarrollando software para un dispositivo que nunca has tocado.

En cuanto a la funcionalidad es realmente escasa cuando está desnudo, tal cual sale de la caja. Navegar, leer correo, ver videos, música... poco más. Reseñable su uso como marco de fotos: muy bonito cuando se configura la transición "origami".

Pero la auténtica potencia del dispositivo está en el software que no trae; no es tanto lo que hace sino lo que puede llegar a hacer. Mucha gente se pregunta, en tono de desprecio, para qué sirve y es una pregunta tan estúpida como preguntarse para qué sirve un PC con Windows recién sacado de la caja: para jugar al solitario, dibujar con el paint y escribir con el notepad. Sí, el iPad es un iPod Touch con una pantalla grande (y con una respuesta mucho más rápida a los gestos y movimientos) pero eso no es un defecto sino una gran virtud: el iPad es un dispositivo con un sistema operativo muy bueno diseñado específicamente para dispositivos táctiles (cosa importante, ¿verdad HP?) que funciona y para el que antes de lanzarlo ya existía una gran comunidad de desarrolladores que incluso se ha ampliado al calor del iPad (como es mi caso). Porque la clave del iPad es el software que esa comunidad de desarrolladores pueda crear.

¿Para qué sirve el iPad? Para cualquier cosa que un desarrollador pueda imaginar. Por poner un ejemplo, ¿cuál sería el potencial de una versión de Scratch para iPad?

Eso sí, no hay que olvidar que es un producto de masas. Eso significa que los más geeks echarán en falta cosas que se han dejado de lado para brindar una mejor experiencia de uso a la inmensa mayoría de usuarios.

Cuestión aparte es si el uso que cada uno le vaya a dar compensa el dinero que cuesta. Eso ya, es muy subjetivo.